2001
El que vale, vale
El que vale, vale
Ni los miembros de la propia agrupación son del todo conscientes de la repercusión que tuvo este tipo. Tan alta fue la dosis de autoestima que provocó en el personal masculino que desde el año 2001 las patologías asociados a la inseguridad varonil han desaparecido milagrosamente. Pobres psicólogos, van a tener que cerrar por falta de clientes. Ya a nadie le acompleja su barriguita cervecera, ni su alopecia galopante. Ahora vamos por la calle hechos unos pedazo de modelos… del Palacio de la Moda, sacando culito panaero y con la camisa de yves saint laurent ajustadita para mostrar la firmeza de la masa muscular, distribuida aleatoriamente, eso sí.
Al grito de guerra de ¡Oleee, ya está aquí el tíooo! nos plantamos frente al espejo con valentía miles de hombres, incluso en estado de resaca severa o en circunstancias que en otro tiempo nos hubieran parecido bochornosas. Antes al levantarnos no encendíamos la luz para no vernos el careto. Qué tendrá la chirigota del Selu que siempre acabas identificándote con sus personajes. Ya lo dice hasta El Fari, si es que el que vale, vale, joé.